Melodía azul.

Corro, corro rápido para alcanzar ese suspiro lleno de aire fresco que cada atardecer me inunda el alma, voy corriendo lo más rápido que mis pies pueden andar. La playa sola, el cielo naranjo y el mar profundo, azul lleno de suspiros…

Mientras corro y me rio a carcajadas siento el viento cada vez más fuerte en mi cara, el olor a mar y Eet de Regina Spektor sonando en mis oídos. La arena aun cálida por el sol hace que sea una sensación deliciosa el correr por ella, mis pies sienten cada granito de arena jugando y revoloteando en ellos, y la brisa marina ya alcanzó mi piel, mi cara y mi boca. Cierro los ojos antes de zambullirme como una niña chica en una piscina llena de deseos y sueños y corro, corro fuerte con los ojos cerrados y una sonrisa gigante!! me puedo caer? Si! Pero que importa!?...el agua suave como rocío me hace un último cariño y una pequeña ola inundando mis pies me dice que ya es momento….

Abro mis ojos y estamos solo el mar y yo y en cada abrazo, en cada ola me voy sumergiendo junto con su vaivén amable y lleno de frescura…esta helado, el frio me cala los huesos pero soy inmensamente feliz.

El mar y yo llegamos a una especie de tregua secreta de este rito que ya se había apoderado de mi vida, y como por arte de magia se calma y sus olas se vuelven de eufóricas a mecedoras y, ahí estoy sumergida en esa agua azul llena de sentimientos ,de suspiros y de amores secretos…

Miro una vez más el atardecer y mi corazón se acelera y con un gran respiro me sumerjo totalmente y siento como el agua se hace parte de mi...esa sensación de vivir despacio cada momento, de que hasta tus pensamientos se vuelven más lentos y el color maravilloso de ese azul profundo que desborda cualquier pensamiento dejando tu mente completamente en blanco…

Jugueteaba con mi pelo, mientras veía debajo de ese manto azul todo en cámara lenta…mi corazón me avisaba que ya era suficiente y emprendí mi viaje a la superficie rápidamente y ahí viene el momento más sublime de todo este rito... el salir a la superficie con esa inspiración que viene del alma, boté todo lo malo y mi cuerpo estaba una vez más limpio. Sonreí como agradeciendo ese instante mágico que acompañaba mis tardes de verano…

Me cobije en su vaivén suave nuevamente flotando simplemente mirando el color ya rosado de aquel atardecer de enero...y pensaba, como era posible que nadie más hiciera lo mismo que yo?

Acaso existe alguien más en el mundo que esté haciendo esto mismo?...cerré mis ojos y me rendí al sonido sedante de las olas del mar. Inspiré por última vez su aroma fresco y lleno de vida, mientras seguía flotando sin querer mi mano tocó algo, eso suspendió de golpe mi estado de excesiva tranquilidad me di vuelta y dejé de flotar para ver que era….y me encontré contigo alguien igual a mí, con la misma sonrisa y con la misma cara de tranquilidad.

Hola, te dije con mi cara un tanto sorprendida…tu simplemente me sonreíste y me dijiste tomando mi mano…vámonos?. Así termino mi tarde perfecta de enero sentada frente al mar, mirando como el sol se escondía y comenzaba a salir la luna. Con alguien como tú, que disfrutaba tanto como yo de esta melodía azul.