La batalla

http://www.youtube.com/watch?v=fm0T7_SGee4  (Soundtrack).




En un cuarto oscuro y frio estaba parada…cansada, con mi corazón latiendo lento, mis ojos vendados y mis manos…ay! mis manos.

Jamás vi la luz en todo el tiempo que viví solo sentía el aire puro, la brisa suave y amable del mar, imaginaba los colores, sentía la alegría de la gente a mi alrededor y con mis manos cada día te conocía y reconocía. Malditas manos que me hicieron envenenar a mis sentidos y no dejarlos entender que era lo que pasaba, maldita la hora en que mis manos se enamoraron de tu cara, tu mentón y tus propias manos.

La sensación de estar sin poder ver, vendada por ese maravilloso pañuelo de satín que tiernamente depositaste en mis ojos, era una sensación maravillosa. Corría de tu mano a donde tu boca me guiara, sentía tu luz, sentía tu energía…sentía.

En un campo de mariposas me dejaste un día, la sensación de tenerlas tocando cada parte de mi cuerpo y de percibir las leves luces y colores que se veían a través del pañuelo, de tenerte ahí compartiendo eso conmigo era una sensación de hogar, de sentirme perteneciendo a algo y no siendo simplemente el acompañamiento de una melodía dulce en una sonata.

Me enseñaste el agua, el calor, el pasto… todo eso lo sentí mil veces mas fuerte que cuando era mas niña. Muchas veces paseamos por sitios peligrosos que a mis manos le decía DETENTE no vayas por ahí pero, tu me tomabas con tal fuerza que simplemente te seguía, muchas veces sentí dolor, muchas veces sentí miedo pero me quedé, me quedé ahí por el latido de tu corazón, por tu sangre, por tus sueños.

Recuerdo eso ahora que siento que estoy parada en este sitio con ausencia de luz, este sitio silencioso pero que me grita, este sitio húmedo y frio. Siento unos golpes en mis brazos, pongo mis manos para protegerme y estar en guardia pero no logro ver nada, me desespero y grito tu nombre y no te encuentro.

Sigo recibiendo golpes, sigo sintiendo miedo y mis manos, mis manos seguían sin hablarme. Sentí un leve aire cálido cerca de mi cuello y rogué que fueras tu…lo ultimo que sentí fue un golpe en mi abdomen que me dejó sin aire.

Caí al suelo que estaba mojado, el frío calaba mis huesos y no podía respirar… en un esfuerzo enorme mis manos se movieron en dirección a mis ojos y soltaron la venda. Lloré, si llore…grité  – por favor ten piedad de mi!-… pero nadie respondió. Al abrir mis ojos veía todo nublado, me costaba enfocar la vista y distinguir donde estaba, lo primero que pude ver fueron mis manos ensangrentadas, mis piernas con golpes, mi abdomen sangrando, no podía creer todo lo que me había pasado, no podía creer que esa era yo.

Miré al frente y vi una silueta que de a poco comenzó a acercarse a mí, yo solo le levante mi mano y le pedí que por favor no me golpeara más, le imploré que me llevara contigo y que te dejara en paz.  La silueta finalmente llegó a mi lado, vi sus pies y tenía unos zapatos de combate, subí por sus piernas y vi unos pantalones camuflados, mi corazón palpitaba fuertemente cuando llegue a su cara por dios dije… -no, no, no, nooooooooooooo!- grité con todo mi corazón.

 La silueta se agachó y tomó mis manos para ponerlas en su cara mientras yo gritaba que no lo hiciera. Eras tú. Te paraste y me gritaste "Párate y pelea", -no, no puedo herirte, no puedo!- . Me pegaste una ultima vez y te fuiste...en mis manos dejaste una nota  que decía: “me vale madre tu corazón”.