Caminando por el parque

Escondida detrás de un árbol esperaba ansiosa a que Benjamin llegara siguiendo mis pistas…aguardé unos segundos hasta que vi cómo se acercaba a nuestro árbol con mucha nostalgia. Podía ser él? Como es que la vida y los años nos habían cambiado tanto?...
Espere un tiempo más aunque lo único que quería era correr,abrazarlo y jugar como cuando éramos niños, pero quise aguardar hasta que el entendiera un poco más de que se trataba todo este juego. Benjamin ya había descubierto el acertijo y fue entonces cuando corrí a nuestro árbol mientras el bajaba …
-Hola!- Dije con mucha energía…Benjamin me miró y se sorprendió, me abrazó durante mucho tiempo y ambos sentimos que éramos los mismos niños de antes, esos que soñaban las mismas cosas, y que jugaban a colorear el mundo…
-No puedo creer que estés aquí Noe- me dijo Benjamin con sus ojos llenos de lágrimas
-Aquí estoy pequeño amigo, te dije que jamás te dejaría soy tu hada recuerdas? Tu pequeña gran hada- le dije sonriendo…
Lo tomé del brazo y comenzamos a dar vueltas por ese parque que nos albergó tantas veces en el pasado. Benjamin seguía siendo el estructurado de siempre y él se alivió al saber que yo seguía siendo su Hada loca, soñadora y llena de amor…
Pasamos horas caminando por aquel parque hasta que el sol se durmió y la luna nos saludó. Nuestra amistad estaba intacta y así como el sol nos unió cuando éramos apenas unos niños, así mismo la luna ahora nos juntaba en una etapa más madura pero siendo en esencia los mismos niños de siempre.
Benjamin seguía siendo para mí el mismo niño de siempre, el mismo niño soñador con miedo a alcanzar las estrellas y yo  para él seguía siendo su cable al mundo de los sueños, al mundo de las fantasías y al mundo de colores que el siempre quiso tener.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El Inquilino

The Hardest Part.

La batalla