Epifanía.



Mis pies desnudos sentían el cosquilleo del pasto, que se traspasaba a mis piernas, a mi estómago, llegando finalmente a mi corazón. Por primera vez sentía a la tierra una parte de mi…en mis oídos sonaba “tiny dancer” de Elton John y la melodía me hacía bailarla y sentirla en todo mi cuerpo. Comencé a jugar con un pañuelo, dando vueltas, sintiendo el perfume que salía de mi cuello. Era un coqueteo constante conmigo misma, con lo que era capaz de hacer. El viento jugaba con mi pelo y mi vestido alborotándolos, desordenándolos…era solo yo y el campo, solo yo y un millón de estrellas, solo yo…y la luna.

Mi piel olía a canela, mis labios empapados de frutillas y mi pelo suave como las nubes cerré los ojos un instante y cuando los abrí comenzaron a llegar miles de luciérnagas, mi espectáculo estaba completo, al fin las estrellas habían bajado a bailar conmigo. Mi corazón latía fuerte, mis ojos permanecían cerrados y mis manos disfrutaban del aire.  A lo lejos sentí mi nombre, no lograba distinguir quien me llamaba, comencé a correr por el campo buscando, llamando, anhelando que fueras tú.

Los arboles no me dejaban ver y la luna se escondía, luna traviesa que no quería que te encontrara. Tu perfume inundaba mi nariz y dilataba mis pupilas, tu voz a lo lejos estremecía cada parte de mi ser…finalmente me quedé parada en medio del bosque, la luna salió y cubrió mi vestido blanco de un color azul, cerré mis ojos y respiré profundo. Lentamente sentí un aire tibio que recorría mi espalda y brazos quise darme vuelta pero algo me detuvo, solamente sonreí y me dejé llevar. Posaron una mano en mis ojos y la otra en mi hombro, sentí un beso en mi mejilla izquierda, me dieron la vuelta, abrí mis ojos…y descansé.

Comentarios

  1. Te amo preciosa

    Cuando te encuentro yo también descanzo en tus labios cuando te encuentro =)

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