You're Beautiful
http://www.youtube.com/watch?v=YjUaWiy_QXc (Soundtrack).
Federico
dejó su bolso como tantas tardes olvidado en mi sofá. Lo llamé y al no tener respuesta simplemente
tomé mis cosas y se lo fui a dejar. Es mi amigo y lo quiero, pero es demasiado
despistado, un padre amoroso, siempre corriendo, siempre rápido y con muy poco
tiempo para el. Hay momentos en los que vuela tan alto como un volantín que
tienes que tirarle el cordelito para que vuelva y de alguna forma te de señales
de vida. Me subí al auto y en el bolsillo de afuera de su bolso estaba su
reproductor de música, lo enchufé en mi radio y solté una carcajada al escuchar
la canción que estaba sonando “you’re beautiful” de james blunt.
Si bien me
la regaló en algún momento de la vida los dos sabíamos que esa fue su peor decisión,
porque odia con su alma a james blunt. Me fui escuchándola camino a su casa y
sin querer comencé a recordar toda nuestra amistad a lo largo de estos 9 años.
Lo conocí cuando tenía 19 y el 27, ambos en etapas de la vida muy diferentes
pero por alguna razón desde ese día no nos separamos nunca más. Su risa, sus
consejos su apoyo incondicional y esta energía entre los dos era irrompible y
hacía que día a día nos acercáramos mucho mas. Ambos estuvimos en momentos
claves, dolorosos y muy felices de nuestras vidas. Jamás hemos peleado, nunca
nos hemos enojado porque uno de los dos se desaparece, simplemente y muchas
veces después de varios meses, semanas o días nos llamamos y es como si hubiéramos
estado juntos ayer.
Se puso a
llover y yo seguía escuchando la canción y pensando como sería mi vida sin el. Simplemente
estaría sin un millón de colores, el alimenta mi imaginación, pone mis pies
sobre la tierra y me ayuda en muchas ocasiones a ver quien realmente soy. Dieron
el verde y seguí mi camino…lo llamé nuevamente, me contestó y antes de decirle
hola me dijo:
-
Ya
lo sé!, se me quedó el bolso-
-
Si,
se te quedó- le dije riéndome.
-
Ok,
voy para allá-
-
No,
no vengas estoy a una cuadra de tu casa. Baja a buscarlo-
-
Ah!
No seas floja sube a dejarlo Noe-
Le corté y seguí
mi camino hacia su casa, el cual me sabía de memoria. Y pensaba en que si
naciera de nuevo lo volvería a elegir para que estuviera en mi vida, iluminándola
incondicionalmente, sin reproches, sin reclamos, sin gritos. El simplemente
estaba ahí para mí de la forma más natural y bonita en que un ser humano puede
estar “siendo un amigo de verdad”.
Llegue me
bajé y baje sus cosas, subí las escaleras y antes de tocar me abre la puerta diciéndome
lo de siempre… “te sentí por tus risas”.
Nos quedamos
conversando un largo rato esa noche de lo que había sido nuestro camino en esta
vida como amigos, son tantas las cosas que nos pasan que muchas veces nos
olvidamos de nosotros dos y nos sumergimos simplemente en los problemas
cotidianos de cada uno y en los proyectos que ambos tenemos en nuestras propias
vidas. Esa noche nos dimos cuenta de lo mucho que nos queremos, el entendió lo
importante que es para mi y lo mucho que lo admiraba y yo entendí que de alguna
u otra forma también le hacia la vida un poco mas dulce.
Muchas veces
ando corriendo, acelerada, ocupada en mis propios problemas y la mayoría del
tiempo ensimismada en mi mundo pero, aun así, debo decir que lo que ambos tenemos muy pocas personas lo
comparten y eso es lo que hace que cada vez que conversemos, que cada vez que
nos veamos entendamos sin mucho dialogo lo que le pasa a otro. Muy pocas veces
me detengo a decirte lo mucho que te quiero y el tremendo hombre que eres. Y
muy pocas veces te he dado las gracias por tomarme cuando he estado en el suelo,
por reírte de las tonteras que hablo, por
aguantarme que te grite por teléfono hasta dejarte sordo, por hacerme razonar
cuando comienzo a soñar demasiado y por sobretodo por quererme tal cual soy. Te
conozco, se cuando estas enojado, cuando estas preocupado, triste o incluso tu
voz incomoda cuando debes cortarte pero no quieres decírmelo para no
interrumpirme, y aun así no espero una carta de disculpas cuando muchas veces
te alejas porque simplemente estas cansado y necesitas estar solo, porque no
puedes mas. Amigos como tu, que me enseñaron a saltar del columpio, que me
enseñaron que no es malo caerse siempre que nos volvamos a parar con estilo, de
esos amigos que te admiran por lo que eres y no por lo que deberías ser, de
esos amigos ya no existen en el mundo y yo tuve la fortuna de quedarme con el
ultimo. Como dices tu mi querido Federico en forma tan graciosa “somos todos
cortados por la misma tijera, solo que a mi me cortaron cuando estaba recién afilada”
y es así, eres un amigo, un hombre y un padre excepcional una verdadera
estrella en mi cielo.
Comentarios
Publicar un comentario