Sin mariposas.
http://www.youtube.com/watch?v=Ky4dAVcnan4&feature=share (Soundtrack).
Y así me
quede con la luna en las manos, la escondí rápidamente para que no pudieras
verla mientras me mostrabas tus libros, tus notas, tus proyectos. Solo me quedé en silencio mientras en mi
cabeza hacían eco tus palabras.
Me había
puesto mi vestido mas lindo con lunares como mis pecas que tanto te gustaban,
aun tenía la luna en mis manos tanto me había costado bajarla, robarla,
seducirla para que conociera tu sonrisa. Me quedé apoyada contra la pared
mientras tus ojos ajenos a todo color me mostraban el mundo de los números, de
lo real, el mundo frio y gris.
Seguías hablándome
de logros, de éxito y yo solo quería mostrarte la luna en esa noche mágica que
era tan especial, especial para mí, especial para el sol…pero no para ti.
Trataba de
ponerte atención pero mi cabeza gritaba tus palabras, mi cabeza gritaba tu
amargo hablar. Como niña solo te miré y cuidadosamente guardé la luna en mi
bolsillo, me fui acercando a ti y seguí escuchando como tu boca hablaba
completamente desconectada del alma.
Ahora mi
cabeza pensaba... tantos días esperé este día y hoy me doy cuenta de que tu cabeza
le gana a tu corazón, que tu cabeza es quien manda tu vida. Y así me quede
calladita mientras mis labios permanecían cerrados cual tumba sin poder jugar
como mariposas, sin brillo y sin color.
Tus ojos
molestos me hicieron sentir culpable de lo que ahí había sucedido, yo
simplemente permanecí en silencio para no ofender a tus palabras, mordí mi
lengua y callé, callé tanto que olvide llorar y simplemente me quede mirando
los detalles que adornaban esa escena tan lejana a lo que había sido un encuentro
hace casi un año atrás, un encuentro con magia, con música en donde solo estaba
tu corazón y el mio.
La ciudad
se tiño de negro y las luces me parecían luciérnagas, me quedé atrapada en mi
mundo un largo rato mientras tu corazón aun muerto y sin reaccionar no era capaz
de decirme una sola palabra. Nos separamos, tome la luna que con tristeza me
miraba y la guardé en un baúl viejo que tenía desde niña, lo cerré con llave y
lo lleve a la orilla del mar…me despedí de él y así junto con las olas el baúl se
perdió en el inmenso océano.
Desde ese
día mi vida cambio y deje de entregar colores, desde ese día la luna ya no esta
más en el cielo…esta en el mar y lo que vemos en el cielo es su reflejo
radiante que se despliega desde el mar actuando como una maravillosa luz.
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