Cambia.
http://www.youtube.com/watch?v=hf2cnIDyKL8 (Soundtrack).
“Esta ha
sido la mejor experiencia de mi vida, la tierra gritándome con todos sus
colores de que yo soy MUJER, soy capaz, soy grandiosa. No dejes de escalar
cumbres enormes, aunque duela el cuerpo, aunque te sangren las manos, aunque el
polvo nuble la vista, aunque el mundo te grite NO!, SIGUE…sigue que arriba te
espera la gloria, el viento y la inmensidad de lo infinito”.
Se me había
olvidado la letra, se me había olvidado el lápiz y ya prácticamente no
reconocía el papel. ¿Cómo había olvidado
lo que me daba vida? Sin quererlo el polvo, la tierra, y el fuego llenaron de
humo mis ojos, mi corazón y mis manos. Mi boca se puso dura y mis pensamientos
se congelaron, muchas mañanas sentía el ruido de ellos mientras se quebraban
por el frío.
Todo era
una fotografía, los edificios, los árboles, las manos, los besos, los amigos y
los amantes. Todo era de papel, mis manos llenas de tierra, sucias ya no sentían
nada, ya no entregaban nada. Un día me paré frente a un espejo, me miré y vi
una mujer opaca, con el pelo añejo, la boca cerrada por el hielo y los ojitos
perdidos, esos ojitos que brillaron con el sol…eso lo sé porque la gente
hablaba de esos ojos y me contaron historias increíbles sobre ellos. Cada peca,
cada lunar, cada cicatriz contaban una historia pero yo no sabía que historia
era, yo no sabía quien era esa mujer.
A veces
camino a mi casa me encontraba con personas que me abrazaban, me pedían
consejos, cariño y yo simplemente no los reconocía. Un día sentí un golpe tan
fuerte en mi cuerpo que grité…grité tan fuerte, grité con mi vientre…mi grito
desgarrador hizo que reconociera mi voz que no la oía hacía muchísimo tiempo. En
mis oídos sonaba un tambor –tuntún tam-tam- sentí como la sangre corría por
cada vena y arteria de mi cuerpo, era como un río de agua viva. De a poco comenzó
a caer la tierra de mis manos, el hielo de mi boca comenzó a derretirse y con él
se llevaba la suciedad, el polvo. Reconocí mis pecas, esas pecas que tenía de
niña…con ella aparecieron los lunares esos mismos que te coquetearon alguna
vez. Comencé a mover mis manos, a recordar quien era.
Me paré
rápidamente y me tropecé con una caja…al abrirse, noté que había una carta que
decía lo siguiente:

Volvió todo
a mi cabeza y a mi corazón, recordé quien era, recordé lo que había logrado y
lo hermosa que era. Tome un papel y lápiz y volví a mi gran amor LA ESCRITURA, volví
a amar, volví a sonreír y me sentí orgullosa de eso. Fui al baño, me miré al
espejo y no podía creer que esa mujer era yo, tan llena de vida, tan llena de
luz. Llené mis manos de agua y limpie mi cara, peiné mi pelo…mientras sentía mi
corazón latiendo fuerte, me miré por última vez y me dije :
-Cambia-
Corté mi
pelo, me puse mi mejor vestido y un poco de rubor en las mejillas, tomé mi
reproductor de música y puse “cambia todo cambia”…esa misma canción me había
transformado y llenado de amor en una etapa de mi vida.
Salí corriendo
al jardín y con mis pies descalzos me reconcilie con la tierra, sentía el aire
jugando con mi pelo. Mientras giraba y al son de los tambores de la canción sentía
mi corazón latir cada vez más fuerte, era yo.
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