Noche

Sentada en la barra de madera oscura, con el espejo de fondo, el barman sirviendo tragos y “with or without you” ambientando la noche…
El humo, el calor de esa noche de invierno y los ojos fijos de Noelia en el espejo que estaba en frente de ella con millones de botellas de vodka, wiski y ron. Sonaba mas y mas fuerte  la música y esa parte que decía: “and you give yourself away, and you give yourself away”…el corazón de Noelia estaba acelerado y su mano apretaba fuertemente el trago que tenía en la mano, la música se hacia mas intensa y su mano seguía empuñada. Cerró los ojos y miró hacia al frente…casi no se reconoció en el espejo, su rímel corrido, su pelo despeinado y sus ojos con cierta desorientación.
La música seguía, su mente estaba en blanco solo podía mantener sus ojos fijos en su vaso…no quería decidir, no quería pensar, no quería nada…
El barman la miró inquieto y le dijo:
-Jamás te había visto así-
-Es sólo esta noche, déjame tranquila-
-Esta no eres tu Noe-
- Ya lo dije…déjame en paz-
-Está bien, lo haré…sólo te diré que es mejor cerrar los ojos antes de tomar un camino-
- Y como puede eso llegar a ser bueno?, si no sabré que hay?-
- Créeme es mejor …ojos cerrados y sentidos abiertos-
Noelia volvió a su vaso y a meterse nuevamente en el mar de pensamientos que era por esos días. La noche se iba, la gente con ella…y Noelia seguía ahí.
Pasado un rato la música ya había cesado pero en su cabeza seguía sonando “with or without you”. Tomó su abrigo rojo, su cartera y comenzó a dejar el bar que por esas noches de julio la albergaba. Salió y una lluvia intensa golpeaba la ciudad, esa lluvia de goterones grades que cae de forma lenta y sutil por tu piel. Buscó un taxi pero la noche estaba mas oscura que nunca, no le quedó mas opción que caminar…a lo lejos escuchó su nombre. Al final de la calle habían dos siluetas que apenas se podían distinguir, pues, la noche estaba oscura y todo en ella se veía de un color negruzco.
-Quien es – gritó con inseguridad.
Nadie contestó y las siluetas seguían ahí, una en cada extremo de la calle. Noelia se acercó de a poco y vio que una de ellas tenía un paraguas rojo y la otra nada, ambas le estiraban su mano como invitándola a irse con ellos y ayudarla en aquella noche.
Noelia se acercó trotando, cada vez mas , hasta casi llegar a un metro de donde estaban…Cuando logró llegar donde estaban las siluetas paró repentinamente, no lo podía creer, podía ser verdad?...
Noelia se quedó parada en mitad de la calle, en esa lluviosa noche de julio con su abrigo empapado , sus manos desnudas, frías y temblorosas, su rostro mojado y su mirada fija mientras en frente de ella se quedaban dos manos estiradas.

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