El viaje.
Sentada en el ventanal de madera que estaba cerca de la cocina veía como el viento fuerte del otoño se llevaba las hojas del abedul, el olor a canela y manzana del kuchen que estaba haciendo decoraban esa nostálgica y triste imagen de un dulce sabor a recuerdo.
Mis manos maduras, mis jeans desteñidos y un chaleco de lana gruesa de color blanco de esos que te abrigan hasta el alma me acompañaban en ese frio día de mayo. Mi retina fija en aquel abedul maravilloso que adornaba mi patio y por supuesto el lago detrás de él me hacían recordar que ese paisaje fue todo lo que siempre anhele en mi vida. Recordaba con risa las caras de los familiares diciéndote y cuando los niños? A dos años de haberme casado es lógica la pregunta, ya todos esperan que tengas tus hijos, y de repente me puse a pensar y por qué no los he tenido aun?
Me pare para rellenar mi taza de té con vainilla, mi tazón ya estaba nuevamente frio y mis manos se volvían inútiles por aquel frio que sin querer te petrifica cada musculo de tu cuerpo.
Mientras volvía al ventanal que me albergaba por aquellos días pase y puse la radio, sonaba AGUA de jarabe de palo...siempre sentí temor y jamás quise darme cuenta, me puse a llorar por que me sentía cobarde, inútil como un pájaro encerrado en una jaula maravillosa. Esa canción de jarabe de palo me llegaba al alma, mi vida estaba llena de señales y de mensajes entre líneas pero yo simplemente no quería verlo…lloraba como una niña, una niña perdida en el medio de un parque sin saber a dónde ir…
Tome un sorbo de mi te e inhale profundo y recuerdo haberme dicho “que te pasa”? mire a mi alrededor y exclame SI TIENES TODO LO QUE QUERIAS!!!!....me tire en el suelo de madera y me recosté en la alfombra color crema que adornaba mi casa llore, llore mucho y trate como muchas veces, de convencerme que todo estaba bien que simplemente tenía que seguir adelante ,que mi marido era maravilloso, mi matrimonio perfecto y que claramente era el amor de mi vida.
Mientras estaba acostada en la alfombra blanca recordé por el olor que se hacía más intenso que tenía el kuchen de manzana en el horno, me pare rápidamente para sacarlo y se me vino a la cabeza la misma frase BUSCAME, que demonios era todo esto? Que es lo que quieres?...que es lo que debo buscar?.
Pensé que aquel año hacía ya mucho tiempo atrás en el cual me sentía tan perdida ya había pasado, pensé que todo eso había quedado atrás, pero no. Todo seguía aquí, ahora en mi corazón y en mi alma sentía que no tenía que estar acá en esta casa maravillosa, con esta vida y contigo el supuesto amor de mi vida. Como sería mi vida si hace un par de años atrás hubiera tomado mis cosas con tal valentía y hubiera dicho: “adiós te amé muchísimo y espero verte algún día”. Como hubiese sido mi vida, donde estaría ahora?...por qué es todo tan confuso? Me sentía viviendo una mentira pintada de colores verdaderos que según yo eran tan reales.
Revisando memorias de niña, porque siempre he tenido muy buena memoria, recordaba haber soñado cuando pequeña con alguien, con una persona que venía de lejos con el que me miraría y simplemente iba a saber que era el, que era el amor de mi vida y estaríamos juntos para siempre. Me reí irónicamente entre mis sollozos y exclame “como es que una niña puede saberlo mejor que yo!?” …creo que hacían años que no estaba toda una tarde hasta llegada la noche mirando por la ventana, creo que la última vez que lo hice tenía cerca de 12 años. Ya eran las 10 de la noche y la luna alumbraba tan bellamente el lago Llanquihue, tenía los ojos hinchados de tanto llorar por esta vida que me quedaba grande, esta vida que no cabía en mi cuerpo que me era tan ajena…
Miraba fotos de mi marido y lloraba aún más pensando en que finalmente todo lo que uno siente en el fondo de su alma es reciproco y que gracias a mi bendita percepción de mujer emocional, sabía en el fondo de mi ser que el sentía lo mismo que yo…tantos años , tantas cosas, tanto tuvo que pasar para darme cuenta? O es que siempre lo supe pero el miedo a estar sola, el miedo a equivocarme a que nadie estuviera ahí para sostenerme en ese dolor inmenso que es dejar a alguien…eran mucho más fuertes que la felicidad misma. La casa estaba completamente oscura en el aire sonaba "fallen" de Sarah Mclachlan , y el viento que azotaba fuertemente contra mi casa hacía que no me sintiera tan sola. Sentí un ruido de auto y unas luces iluminaron la casa completamente…
Era mi marido, era Clemente que venía llegando como todos los días de la junta con sus amigos y del trabajo, me seque las lágrimas y corrí al baño a lavarme la cara... sentí las llaves abriendo la puerta y esa voz cansada de todos los días que decía “mi amor llegue”, me mire al espejo evitando llorar me arme de valor y lo fui a saludar…nos saludamos como siempre con un beso frio y alejado en la mejilla, mientras el caminaba al living y yo le tomaba sus cosas... y lo de siempre me pregunto cómo me fue en el trabajo y viceversa. Se paró y me pregunto por qué estaba sin maquillaje si acaso estaba enferma…creo que esos fueron los minutos más largos e intensos de mi vida…sonreí con mis ojos llenos de lágrimas y le dije...TE QUIERO! El se dio vuelta y con una sonrisa en su cara me dijo …yo también!... y se dio la vuelta nuevamente. Inhale fuertemente y le dije…CLEMENTE TE QUIERO PERO, NO TE AMO. Clemente se dio vuelta con una cara que para mi sorpresa estaba ajena a cualquier rastro de pena o angustia, su cara más bien era de alguien que por primera vez escuchaba algo sensato en su vida…
Lo siento le dije llorando, te quiero pero no te amo y…no puedo seguir aquí en esta casa maravillosa pero sin aroma a hogar, sin pasión y sin un “nosotros”….
Siempre estuve esperando que él me dijera “como me dices eso?....dime que me amas, quédate conmigo …no te vayas”…siempre anhele escucharlo y hasta en un minuto lo desee con todo mi corazón...pero a cambio de eso solo recibí un frio “y que harás”?. Sonreí con mucha pena y con tantas lágrimas en los ojos que apenas me dejaban ver la escena… le dije con un suspiro “gracias por esa señal que tanto necesitaba”…señal para que me dijo?...
Le interrumpí su pregunta con un abrazo enorme, le tome la cara y lo bese como nunca antes, estuvimos así un buen tiempo quedamos nariz con nariz y le dije con mucha ternura que había sido un bello cuento de hadas pero no era mi cuento, era el de alguien más….
Lo bese en la frente tome mi abrigo mi bufanda y mi bolso de cuero café, camine lento hacia la puerta siempre esperando un “no te vayas”, tome las llaves de mi auto y me fui…
No hubo llamadas, no hubo nadie detrás mío para decirme que volviera…éramos la carretera oscura, la radio yo y mi corazón roto. Un corazón roto pero a la vez una sensación de tranquilidad de saber que ahora tenía todo el tiempo para encontrar al autor de mis pensamientos, al autor de mis creaciones, al dueño de esa voz que me hablaba en sueños, al dueño de mi alma, de mis ojos y de mi vida. Esa noche llovió como nunca antes la carretera infinita mojada como si el cielo sintiera mi pena y de cierta forma me acompañara en mi dolor...amaneció y los primeros rayos de sol adornaron mi pelo de color un tanto rojizo lo cual me hizo recordar donde estaba, no sentía sueño ni frio…no sabía a donde iba, ni que haría… solo sabía que tenía mucho camino por recorrer para encontrar aquellos ojos maravillosos que serian cómplices de los míos.
Siempre digo lo mismo pero... es que me encanta como describes todo!, eres seca!.
ResponderEliminarLa historia... es fuerte. La esposa de la vida perfecta fue valiente al tomar una decisión asi, pero al parecer le costó mucho. Es obvio... ese tipo de decisiones debe costar demasiado tomarlas, considerando que no hay ninguna certeza después. Si hubiese tenido una certeza quizas habría sido más fácil, pero las decisiones dificiles siempre involucran demasiada incertidumbre.