Cajas, recuerdos y lluvia.
Miraba una caja de música que le había dejado su abuela…una caja vieja, con esa música infantil y la típica bailarina sobre el espejo que daba vueltas y vueltas.
El día estaba frío, el invierno había comenzado y la lluvia se hacía sentir profundamente, mojaba todo con tanta fuerza, purificaba, limpiaba, daba vida…
Ella miraba desde su ventana y se impresionaba por la fuerza que tenía al caer la lluvia, desde su ventana todo le parecía inmenso, todo le parecía desconocido la verdad, es que no salía mucho de ahí, siempre fue su refugio, su espacio y su mundo.
Ella era totalmente feliz mirando los arboles moverse con el viento y la lluvia, imaginando cosas, pensando en otras tantas, Por muchos años esos momentos fueron los más felices de su vida, momentos que muchos niños podrían haber encontrado aburridos, lejanos de cualquier diversión y hasta un poco solitarios, Para ella eran simplemente maravillosos.
El corazón de un niño puede llegar a ser un misterio, el corazón de ella estaba lleno de parches y muchas heridas a sus cortos 11 años, heridas profundas que demorarían años en cicatrizar… a pesar de eso tenía un corazón gigante, sus ojos brillaban siempre y su alma era maravillosa, como puede algo tan delicado como un niño aprender tanto de la vida a esa edad?, es posible que simplemente se tomen todos esos malos momentos y se pongan en una caja de recuerdos para olvidar?, como sigue la vida de un pequeño ser que ha sido espectador de una obra oscura, de la noche más fría y del invierno más duro de su vida? Cómo puede un niño olvidar y simplemente sonreír?...
La pequeña seguía mirando a la bailarina danzar en la cajita musical, esa cajita vieja que estaba en el marco de su ventana con un lluvioso día adornando la escena mágica que la acompañaba…
los niños crecen, pero en este caso esta niñita jamás creció su anhelo por no vivir jamás en el mundo de los adultos por todo lo malo que vio en ellos simplemente la hizo tomar la decisión de vivir en un estado de sueño constante, de colorear el mundo distinto y de jamás hacer lo que los adultos hacen. Y allí esta ella, en el fondo…en la esencia jugando con esa vieja cajita musical, con sus inviernos y sus lluvias con sus fríos y noches eternas con sus sueños, con sus manos y sus colores mirando como la lluvia limpia todo y hacen de este lugar tan hostil un lugar más lindo.
Un día la vi mirando por esa ventana y con su carita llena de alegría me dijo “ tú crees que podría llevarte este corazón herido y traerme uno nuevo”, yo la mire con ternura y le dije no lo creo los corazones no se cambian linda, ella me miro sin entender y me dijo…”por qué el mío esta así? Por qué si soy tan pequeña tiene tantas heridas?” yo no pude responderle nada simplemente la abrace le dije que jamás perdiera su esencia y que ese corazón por muy herido y sucio que estaba era más valioso que muchos que había conocido…me lanzo un beso desde su ventana, me dio su mirada más dulce, como siempre y siguió jugando con su cajita musical, detrás de esa vieja ventana, adornada por esa fuerte lluvia.
Esto lo noté distinto a tus otras notas. Curioso como cambias el foco de la niña a la primera persona, aunque me da la impresión que ambas figuras, en cierta medida, tienen mucho en común. Me gustó como hiciste eso, me recordó un poco a Niebla de Unamuno.
ResponderEliminarTe tengo que pasar el libro de Sabato, se que te encantará :)
Tqm