De ojos, miradas y big bang!

Camine rápidamente faltaban solo 10 minutos para llegar a la oficina, corrí y el viento hizo lo suyo con mi pelo. Hojas otoñales y algunas gotas de lluvia adornaban el perfecto peinado mañanero de día martes…

Seguía corriendo y pasa lo de siempre vas rápido y adelante tuyo va alguien mirando la vida en HD y por primera vez, a eso súmale un par de hoyos ideales para tus tacos y un semáforo eterno en rojo… con el ceño totalmente fruncido me pare en la esquina que todos los días me veía correr, con las manos en la cintura y los labios apretados alce mi vista y lo vi, pase de largo su mirada graciosa por mi cara de enojo, hasta me molesto que me mirara así. No pude evitar mirarlo de nuevo y su mirada fija en mis ojos hizo que sin querer lanzara mi mejor sonrisa, sin querer digo yo pero la verdad es que el sonreír de esa forma es un arte que pocos podemos manejar, sus ojos profundos, sus cejas grandes y unas margaritas preciosas adornaban su cara, fue el minuto más lento que he vivido, el ruido, la lluvia y hasta el viento desaparecieron completamente éramos solo él y yo…

El semáforo dio verde y mientras caminaba lento porque ya no me importaba el tiempo, ni el trabajo pensaba en que hacer, si seguir mirándolo o simplemente pasar de largo. Llego el momento en que nos cruzamos y me atreví a no quitarle la mirada y seguirlo con una linda sonrisa, mi sorpresa fue tremenda cuando vi que él ni se percató de mi presencia, paso rápidamente por al lado mío con la vista en alto sin siquiera mirar mi pelo…

Fue terrible la sensación, aunque reconozco que me dio risa lo tonta que fui y mis mejillas se inundaron de un color rojo intenso propio de la vergüenza extrema.

Seguí caminando pensando en lo estúpida que había sido, soñando despierta, imaginando que los momentos así de mágicos en verdad existen…lancé una carcajada y recordé que ya no estaba en la universidad cuando de verdad creía en un mundo lleno de magia.

Llegue al edificio donde trabajo no quise tomar el ascensor así q me dispuse a tomar las escaleras, el ruido de mis tacos en la baldosa y yo cantando bette Davis eyes que sonaba en mi reproductor de música  hacia que el ruido fuera ensordecedor en la escalera de emergencia, estaba a punto de llegar al décimo piso, cuando de repente siento que alguien me toma del brazo… miro hacia atrás y era el, el galán del semáforo. Sin entender nada de lo que estaba sucediendo me saque los audífonos y lo mire queriendo decir que es esto?...me miro con ese tipo de mirada intimidante que te deja sin respiración. Te preguntaras por qué estoy aquí verdad? Me dijo con un poco de nervio, la verdad es que hace un mes que te veo cruzar al lado mío, siempre te miro y siempre te sonrió...siempre vas rápido y escuchando música y jamás te das cuenta que me detengo a mirarte cuando el semáforo da rojo...lo cierto es que tus ojos son maravillosos y desde el día en que me topé con ellos me volví adicto a tu mirada. Esto es un sueño? Pensaba sin poder siquiera hablar… no lo puedo creer, le dije de verdad te agradezco lo que……y me interrumpió todo mi discurso perfecto sacado del guion de mujercitas con un  beso que me dejo sin vergüenza, sin aliento y sin el brillo con sabor a fresa que adornaba mis labios esa mañana. Cuando me dejo de besar me tomo de la mano y me regalo un par de tulipanes rojos. La verdad es que no sé qué decir le dije, estoy atrasada para ir al trabajo y…y nada, me dijo Yo también estoy atrasado y que importa?

Mi vida era rutinaria todos los días hacia lo mismo, jamás faltaba al trabajo, jamás tomaba una ruta diferente, y jamás besaba a un extraño…y ahí me veía con su mano sobre la mía, mirando a los ojos a alguien que no era nadie en mi vida y que sin embargo quería darlo todo…al menos por ese día. Me acerque con ternura y le di mi mejor beso, sus labios suaves y el rico olor de su cuello hicieron simplemente imposible que pudiera alejarme de él.

Me tomo de la cintura me alejo un poco y me dijo…quieres conocerme? Por supuesto le dije…nos tomamos de la mano y nos fuimos a caminar por la ciudad, hablamos por horas, vimos el atardecer en la costanera y disfrute un día  como nunca antes lo había hecho con alguien.

Era hora de ir a casa y mientras caminábamos tomados de la mano me dijo quieres tomar desayuno conmigo mañana? Yo me reí con cierta picardía y le dije que era demasiado pronto para eso, con su mano en mi pelo y sus ojos en los míos nos despedimos…le tire un beso mientras se iba y el corrió de vuelta a darme el último beso de ese día.

Nos despedimos esta vez en serio , y mientras iba camino a mi casa me llego un mensaje de texto que decía :” quieres ir a ver el atardecer conmigo por el resto de los días que nos queden”?  Podría ser cierto? , podía ser verdad lo que todo el mundo decía? El amor a primera vista era real?...incrédula pensé que era una broma y seguí caminando mientras me reía recordando lo que había sido mi día, tenía miles de llamadas perdidas de mi jefe y compañeros de trabajo y simplemente no me importaba.

La noche cayó sobre la ciudad y el cielo ya limpio por la lluvia mañanera hizo que las estrellas hicieran de esa noche una noche ideal. Sonó el timbre de mi casa, mi sorpresa fue enorme al ver a Fernando, el galán de mi semáforo en mi puerta con su mejor sonrisa. No pude aguantar a mañana necesitaba verte y bailar esta canción contigo…entro a mi casa busco mi equipo de música y para mi sorpresa puso right here waiting de Richard marx… me tomo de la cintura y me apretó fuertemente hacia él, nariz con nariz y nuestros ojos cerrados solo éramos nosotros y la melodía preciosa y perfecta de esa canción, canción perfecta para nuestra hostoria de amor. Me miro con ternura me dio un beso y con cariño me dijo, sería un loco si no quisiera bailar contigo por el resto de mi vida…la canción terminaba, la luna alumbraba y nuestras miradas sellaron ese momento mágico de un martes otoñal.