Too late.
http://www.youtube.com/watch?v=-J7J_IWUhls&ob=av2e (Soundtrack).
Tenía apenas 7 años y unos ojos maravillosos, grandes y llenos de sueños. Vivía sola en un bosque gigante lleno de arboles, flores y animales. Su casita pequeña, vieja y muy rustica estaba adornada por una enredadera maravillosa con flores blancas. Un día salió a buscar manzanas y escuchó que alguien lloraba, siguió el llanto hasta que logro ver lo que pasaba. Un niño de su misma edad,al parecer,estaba tendido en el suelo, no tenía piernas, estaba desnudo y llorando.
Ella se acercó asombrada y triste y le dijo:
-Que te pasó? Por qué estas así?-
-No lo sé, solo sé que tengo frío y estoy solo-
-tranquilo yo te ayudaré-
Le pasó su abrigo y fue a su casa a buscar una carretita roja que tenia para poder llevarlo a su casa. El solo lloraba y ella no entendía y tampoco quería preguntarle el por que estaba así. Llegaron a su casa le paso ropa, le dio comida…ese día conversaron mucho, cosas propias de niños de su edad y comieron muchísimo tanto que se quedaron dormidos a la orilla de la chimenea escuchando “the only exception”. Al otro día el abrió los ojos y lo primero que vio fueron unos ojos enormes y una sonrisa, se sintió aliviado al darse cuenta que ya no estaría solo.
-tengo una excelente idea- le dijo ella sonriendo.
-ah si? Cuéntame, cuéntame…de que se trata?-
-te haré unas piernas para que puedas salir a jugar conmigo y así recorrer este bello bosque-
-eres una muy buena niña, muchas gracias yo a cambio puedo proteger tu casita y cantarte para alegrar aun mas el ambiente-
Era un trato, los dos estaban felices y así pasaron los días entre cantos, música, juegos y mucho cariño. Ella todos los días se levantaba muy temprano sin hacer ruido para que el disfrutara mas en sus sueños, y religiosamente tomaba sus herramientas para trabajar en las piernas de madera que les estaba haciendo a su amigo fiel.
Un día estaban los dos sentados en el jardín y él le dijo a ella:
-por que haces todo esto por mi?-
-porque sé que cuando se apague el sol en mi vida tu estarás ahí-
-y tu también estarás cuando se apague el mio?-
-si-
-júralo!-
-te lo juro por el meñique- dijo ella sonriéndole.
Llego el día y lo despertó feliz, había pasado toda la noche trabajando y las piernas al fin estaban listas. El asombro de él fue tanto que lloro de la emoción se puso sus piernas y pudo volver a caminar. Los dos saltaban de felicidad esa mañana corrieron mucho, pasearon por todos los prados, subieron arboles, y hasta se metieron al lago. Al atardecer cerca del lago cuando la brisa era suave y tibia aun el la miro y le dijo:
-eres parte de mi corazón y mi vida ahora-
Ella se emociono y lo abrazo…
-jamás había sido parte de alguien, esto jamás lo olvidare-
-no te preocupes, yo me encargare de traerte todos los días acá para recordártelo-
-estarás conmigo siempre?-
-si, siempre…lo juro por el meñique-
Se quedaron tomados de la mano viendo como el sol se dormía y la luna se despertaba…
Pasaron los días y la casa estaba mas linda que nunca, el bosque estaba lleno de flores y sus carcajadas le daban vida a todo. El canto de él era maravilloso, los animales se rendían frente a tan bella melodía.
Un día ella se despertó muy tarde, él siempre la despertaba con sus cantos, pero esta vez ella no los había sentido. Ese día era un día muy especial, irían al lago a hacer una casita más grande para los dos y para estar cerca del lugar que los vio crecer.
Ella se levantó pensando que lo podría encontrar pero no fue así…salió al jardín, lo buscó en el bosque, trepó los arboles y jamás lo encontró. Sus ojitos estaba angustiados y su corazón palpitaba al pensar que algo malo pudo ocurrirle. Se hacia tarde y en todo el día no supo nada de él, pero le quedaba el lago no había ido ahí quizás él le tenia una sorpresa. Fue corriendo con su vestido mas lindo gritando su nombre. La luna comenzaba a despertar y el lago se veía hermoso adornado con ella en sus aguas. Al llegar se dio cuenta que los materiales estaban botados y estaba todo intacto.
-que pasó?...por qué no está?-
Su sorpresa fue aun más grande al ver una carta con su nombre encima de un trozo de madera. En ella él le decía que prefirió usar la madera para la casa en un bote, que quería explorar, quería conocer y que no sabría cuando volvería…que lo sentía y que le agradecía todo lo que hizo por el.
Ella lloró, jamás había llorado en su vida. Se quedó sentada mirando el gran lago que había ante sus ojitos tomo sus herramientas y se fue a su casa. Desde ese día nada volvió a ser lo mismo, llego el otoño y todo se puso de un color café rojizo.
Meses después ella tuvo un sueño en donde lo veía a él volviendo en su bote, y decidió volver al lago y hacer la casita que querían para los dos, pero sola. Todos los días sagradamente se levantaba al alba a construir un poco mas. Fue así como llego el invierno y cada día era mucho mas duro poner una tabla, clavar un clavo, lijar la madera. Una mañana gris y oscura apenas podía levantarse. Se puso su abrigo, sus guantes y fue. Le quedaba la puerta de la casa y ya estaría terminada completamente. Ella tenia la esperanza de que para la primavera el volviera y así pudieran pintarla azul como los dos habían acordado. Esa noche mientras terminaba de poner la puerta el viento estaba más fuerte y frio que nunca, la nieve congeló sus manitos y de pronto el respirar se hizo más difícil. El invierno se llevó el calor, y junto con eso se llevó su alma, sus ojitos y sus manos que solo entregaron soles en su corta vida.
Pasó el invierno, nació la primavera, llegó el verano y no fue si no hasta el invierno siguiente que el regresó en el bote que había hecho con los materiales del sueño que alguna vez tuvieron los dos. Su sorpresa fue enorme al ver la casita que ellos querían terminada, se emocionó y bajó rápidamente a buscar a su compañera.
No la encontró por ningún lado, fue a su antigua casa y no la encontraba, regresó al lago y cerca de la casa vio los guantes y el abrigo de ella. Estaban desteñidos, roñosos…el no entendía nada y comenzó a buscar olor en ellos y no había nada, sus ojos se llenaron de lagrimas sin entender nada de lo que había pasado. Metió las manos en los bolsillos del abrigo y encontró un papel.
Caminó hacia la orilla del lago para leerlo…
“quedó tal como alguna vez la planeamos, solo falta pintarla…jamás te olvidé. Mi sol se apaga y me encantaría que estuvieras aquí para cantarme una canción. Te amo!”.
El lloró, ya era demasiado tarde…ya no tendría su sonrisa, sus manitos, sus ojos. Tomó su bote lo hizo pedazos y con eso se construyo unas alas, el lago le había quedado chico. Voló muy lejos hasta que se perdió entre las estrellas. Dicen que hizo una casa en otro lugar, cerca de las estrellas en donde disfrutaba de su soledad. En cambio, en el pequeño bosque donde alguna vez vivió una niña de sonrisa fácil y manos mágicas. Había una casa preciosa con vista a un lago... una casa que jamás se ocupó, y que por años estaría sin tener color ni vida.
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